«DEL LITIO DE LA PUNA A LA FÁBRICA TESLA» NUEVA NOTA DE DIVULGACIÓN

Del litio de la Puna a la fábrica Tesla. Autos para hoy ¿sed para mañana?

Por Mariano Novas

En mayo de 2024, cientos de manifestantes climáticos intentaron ocupar la fábrica de vehículos eléctricos Tesla ubicada en el municipio de Grünheide (Mark), en las afueras de Berlín. El motivo detrás de las protestas era los impactos de la ampliación de la planta en el suministro de agua potable y la deforestación del bosque local. Pese al rechazo social, el gobierno de Grünheide (Mark) autorizó el plan de la empresa para duplicar la producción causando un nuevo ciclo de protestas más combativas. Este evento disparador -ocurrido en el corazón verde europeo- invita a reflexionar de forma integral sobre la cadena de valor detrás de la electromovilidad, considerando también los conflictos socioambientales que genera en las inmediaciones de las plantas, como así también en los lugares donde se desarrolla la extracción de los recursos naturales que la hacen posible, como es el caso del litio. De hecho, la minería de litio en América Latina es altamente contestada desde hace años por las comunidades indígenas que denuncian la afectación de sus recursos hídricos y el despojo de sus territorios en pos de la extracción de este mineral por parte de las empresas extractivas.

Si bien necesitamos una transición energética urgente, surge una pregunta crucial: ¿quiénes están asumiendo los costos de esta transición y quiénes se están beneficiando? ¿Qué tipo de transición estamos experimentando? Es el momento de abordar los desafíos del cambio ambiental global de manera sistémica, asegurando que la solución a un problema no agrave otros.

Alemania: ¿corazón verde de Europa?

Alemania es uno de los Estados más ambiciosos en lo que respecta al cumplimiento de los objetivos del Pacto Verde Europeo. En 2021 sancionó la Ley del Clima que establece el marco para alcanzar emisiones netas cero para 2045 y un programa agresivo de transición o energiewende, donde se compromete a eliminar completamente el carbón (su principal fuente de energía) y alcanzar el 80% de todo el suministro de electricidad a través de energías renovables. Sin embargo, mientras el gobierno alemán planifica el impulso a la electromovilidad y la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, en América Latina se propagan los proyectos extractivos que lo abastecen, agudizando los conflictos socioambientales en los territorios. El carbón que precisa la economía alemana está siendo importado en parte de Colombia, donde los impactos negativos de la actividad son cada vez mayores[1] (Käufer, 2022). Además, las inversiones para extraer materias primas consideradas esenciales para la descarbonización -como el cobre o el litio- se están multiplicando en Argentina, Chile o Perú provocando un aumento de la conflictividad social y reclamos por la afectación del agua.

En lo relativo a la electromovilidad, el gobierno federal alemán se ha fijado tener más de 10 millones de vehículos eléctricos circulando en 2030. Para ello, otorga créditos fiscales para que los ciudadanos se vuelquen a esta opción al tiempo que invierte en la infraestructura de carga. Estas políticas han permitido que en 2023 se posicione como uno de los mayores mercados de vehículos eléctricos en Europa y, por tanto, un clima atractivo para las inversiones del sector. En efecto, el CEO de Tesla, Elon Musk, decidió invertir en el “corazón verde” europeo y evitar que este mercado sea acaparado por empresas chinas.

Imagen 1. Elon Musk, CEO de Tesla, en la inauguración de Gigafactory en 2022. Fuente: https://mynorthwest.com/3402492/tesla-opens-gigafactory-near-berlin-its-1st-in-europe/  

El emprendimiento Gigafactory fue inaugurado en 2022 (Imagen 1) y es la primera planta de fabricación de Tesla en Europa donde se construyen miles de vehículos eléctricos al año. En 2023, la empresa solicitó al gobierno local un permiso para duplicar la producción y alcanzar el millón de unidades del Model Y, el cual tiene un costo aproximado de 60 mil euros. Sin embargo, esto requiere deforestar más de 100 hectáreas de bosques para su ampliación al tiempo que demanda una cantidad significativa de agua para su funcionamiento.

Según la periodista Kate Konnoly (2024), Tesla está utilizando 1,8 millones de metros cúbicos de agua subterránea para producir entre 300.000 y 500.000 automóviles al año en una zona hídrica protegida. Esto genera objeciones sobre la disponibilidad y la contaminación del agua para la comunidad local y sus alrededores, como,  por ejemplo, la ciudad de Berlín.

Ante los sucesivos cuestionamientos, en febrero de 2024 se realizó un referéndum no vinculante donde la participación local rechazó el proyecto de ampliación en un 62% bajo el lema “cierra el grifo a Tesla” (Iniciativa ciudadana de Grüenheide 2024). Pese a ello, el gobierno local desestimó el mensaje de la ciudadanía y otorgó la autorización para que la empresa avance con sus planes provocando un nuevo ciclo de protestas que comenzó con el sabotaje eléctrico a la empresa, el intento de ocupación y el actual escenario de acampes en las inmediaciones que buscan bloquear el proyecto.

Está claro que luchar contra el cambio climático significa abandonar los combustibles fósiles y que para ello resulta necesario reestructurar la industria automotriz. Pero la ambición de Tesla por multiplicar su producción afecta seriamente la seguridad hídrica de cientos de miles de personas en Alemania. Entonces, la idea de impulsar el crecimiento verde puede comprometer otro objetivo para el desarrollo sustentable que es el de garantizar que todos tengan un suministro de agua seguro y accesible (ODS 6).  

El día de la manifestación Elon Musk publicó en la red social X: “Estos son los ecoterroristas más tontos de la tierra”.

El litio que precisa Elon. ¿Qué pasa del otro lado de la cadena de valor?

Un tema que llamativamente no se problematiza lo suficiente es los impactos socioambientales que genera la extracción de materias primas consideradas estratégicas para la electromovilidad en los territorios del sur global.

En el sistema de salares de la región sudamericana se encuentra el 60% de las reservas mundiales de litio y más del 80% del litio concentrado en salmuera. Estos ecosistemas tienen como característica principal la escasez de agua y un alto grado de pureza que permite acceder al recurso con muy bajos costos de producción. En Argentina, los proyectos mineros están aumentando la presión extractiva sobre los salares de la Puna, que coinciden en parte con territorios habitados por comunidades rurales e indígenas. Sin embargo, las facilidades otorgadas por el gobierno de Javier Milei para atraer las inversiones de capital extranjero, contrasta con el deficiente reconocimiento y ejercicio de los derechos de las comunidades locales que denuncian el despojo de sus territorios y la afectación del agua (Imagen 2).

Imagen 2. Protesta de comunidades indígenas catamarqueñas contra el litio. Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2024/06/08/argentina-mineria-litio-catamarca-fallo-orix/  

En el Salar del hombre muerto, ubicado en la provincia de Catamarca, opera Arcadium Lithium, quien le suministra a Tesla y BMW parte del litio necesario para las baterías de autos eléctricos. Aquí la empresa terminó por arrasar escasos recursos hídricos de la zona (la vega del río Trapiche y el río los patos) principal suministro de agua de la población local y sostén de la fauna autóctona. Román Guitan, cacique de la comunidad Atacameños del Altiplano afirmó que: “se están chupando toda el agua. Se van a secar los ríos y hay zonas donde no llegará más el agua. ¿Quién se hará cargo de eso? Nos dejarán a la miseria con el agua. Tal vez en 10 años secan todo, se van y nosotros, ¿de qué viviremos? ¿En qué nos beneficia a nosotros acá? No podemos tener un auto eléctrico, no nos sirve un vehículo de alta gama”. (Gulman, 2024).

En definitiva, las comunidades de la puna están pagando los costos económicos y ambientales para asegurar el suministro de litio necesario para resolver la crisis climática a la que no solo no han contribuido, sino que son los principales afectados. La geopolítica de la transición implica entonces, sacrificar no sólo territorios sino la destrucción de la base de vida de muchas personas.

Lejos de reforzar los derechos indígenas o iniciar un camino hacia la transición energética ecosocial, el Gobierno de Javier Milei (Imagen 3) está impulsando un modelo extremo de neoliberalismo recientemente aprobado en el Senado, denominado Ley de Bases. En ella se establece entre otras, el Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI) que otorga beneficios fiscales y tributarios extraordinarios a las empresas extractivas (minería e hidrocarburos) por treinta años. La aprobación de estos artículos implica no solo el corrimiento del Estado en asuntos estratégicos -como la planificación de la transición energética o la protección del ambiente- sino un insólito giro político de renuncia de la propia soberanía ya que permite por ejemplo, que las empresas extractivas tengan prioridad en el uso agua por encima de la ciudadanía.

En definitiva, los hechos ocurridos en Alemania y Argentina no deben analizarse de forma aislada. La transición energética en los países europeos no puede ser a costa del extractivismo en el sur global como tampoco es deseable que los intereses de las empresas de electromovilidad estén por encima de la seguridad hídrica de las personas. Es el momento de abordar los grandes desafíos del cambio ambiental global de manera sistémica, para que la solución a un problema no exacerbe otros.

Imagen 3. El presidente argentino Javier Milei junto al CEO de Tesla, Elon Musk, en un encuentro en abril de 2024. Fuente: https://www.ft.com/content/604e66e3-597c-49e8-bac5-5d51a7a35abd

Referencias bibliográficas

Gulman Agustin. 2024. Una comunidad argentina frena a las mineras que explotaban litio después de que se secara un río. Diario El País, América Futura. Disponible en https://elpais.com/america-futura/2024-03-21/una-comunidad-argentina-frena-a-las-mineras-que-explotaban-litio-despues-de-que-se-secara-un-rio.html#?prm=copy_link

Iniciativa ciudadana de Grünheide 2024. Disponible en https://www.bi-gruenheide.de/

Käufer, Tobías. 2022. El hambre alemana por el carbón de Colombia. DW. Disponible en

https://p.dw.com/p/4Kgn1

Kate Konnoly 2024. “German town votes against Tesla plans to expand ‘gigafactory’” The Guardian.


[1] Gran parte del carbón procede de una de las mayores minas a cielo abierto de carbón de América Latina. La mina de El Cerrejón suscita controversia entre ecologistas y activistas de derechos humanos (Käufer, 2022 2022).


 [IM1]Yo pondría esta imagen como tap

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